Fisiología tiroidea
El metabolismo tiroideo implica cuatro etapas importantes:
- Producción de hormonas. Para producir tiroxina (T4) se requiere manganeso, yodo, tirosina, AMP cíclico, vitamina C, complejo B y otros micronutrientes.
La toxicidad de la radiación, el estrés oxidativo excesivo o las sustancias químicas tóxicas pueden bloquear la síntesis hormonal. La toxicidad del mercurio y el cobre estimulan la síntesis hormonal.
- Liberación de hormonas. La secreción de hormonas tiroideas requiere estimulación nerviosa simpática. Muchas personas tienen las glándulas suprarrenales agotadas u otros desequilibrios autónomos que pueden afectar el sistema nervioso simpático .
- Absorción en las células. Una vez liberada en la sangre, la T4 debe ser absorbida por las células del cuerpo. Para que esto ocurra, las membranas celulares deben funcionar correctamente. La acumulación de calcio y magnesio biono disponibles estabiliza excesivamente las membranas celulares y reduce la permeabilidad celular. La deficiencia de calcio y magnesio provoca una permeabilidad celular excesiva. El estrés oxidativo o el metabolismo alterado de los ácidos grasos u otros daños a las membranas celulares también pueden bloquear la absorción de tiroxina.
El cobre afecta la absorción al alterar los niveles de calcio y potasio. La toxicidad del cadmio o el níquel afecta la absorción hormonal al afectar los niveles de calcio, sodio y otros minerales críticos.
- Utilización en las mitocondrias. Una vez dentro de las células, la tiroxina debe convertirse en T3 y utilizarse en las mitocondrias. El potasio desempeña un papel en la sensibilización de las mitocondrias a la hormona tiroidea. Los fluoruros en el agua potable y los cloruros que se encuentran en los blanqueadores utilizados para fabricar harina blanca son poderosos inhibidores de la utilización de la hormona tiroidea. Interfieren con el metabolismo del yodo. Las sustancias contenidas en la soja y en el repollo crudo, la coliflor y el brócoli también inhiben la utilización de la hormona tiroidea. Los alimentos que son más perjudiciales para la tiroides son los productos de soja y los alimentos elaborados con harina blanca. Muchos alimentos envasados procesados con agua contienen altos niveles de fluoruros que han llegado a los suministros de agua.
Las células también deben poder responder a la estimulación de la hormona tiroidea. Se requiere una variedad de vitaminas y minerales para la producción de energía en los ciclos de la glucólisis y del ácido carboxílico en las mitocondrias. Si faltan estos cofactores o las toxinas bloquean pasos en la vía, la hormona tiroidea será ineficaz para aumentar la producción de energía.